Dropbox ha vuelto a sacar el billetero a pasear. Y es que
en un par de movimientos que nadie esperaba que ejecutaran tan pronto, entre
otras razones porque hace nada desde la empresa ya presentaron un buen número
de novedades, han comprado dos nuevas compañías-servicios, el bastante popular
Loom y el también bastante utilizado Hackpad, y aunque en ninguno de los dos
casos han trascendido los montos de las operaciones, sí lo ha hecho el qué
pasará con ellos a partir de ahora, que es igual o más interesante que eso.
En concreto respecto a Loom, un servicio de gestión y
almacenamiento en la nube de imágenes y vídeos, desaparecerá como tal el
próximo 16 de mayo y todos los usuarios pueden o bien descargar sus bibliotecas
multimedia y pasar a manejarlas ellos, o bien exportarlas directamente a
Dropbox (o a Carousel, la solución recién anunciada por Dropbox cuyo
funcionamiento y finalidad son muy parecidos a Loom). O sea, que en este caso
optan por cepillarse a un competidor, sumar su base de usuarios al producto de
Dropbox con el que competían, y reforzar el equipo de Carousel incorporando a
él a los miembros de Loom quienes se centrarán exclusivamente «en la
construcción de grandes prestaciones» para el mismo.
Por otro lado en cuanto a Hackpad las cosas son algo
diferentes. Según han informado desde la empresa, la herramienta, que
básicamente permite la creación y edición colaborativa de documentos simples en
tiempo real de manera ubicua, no cerrará sus puertas. O dicho de otra forma,
seguirán su actividad exactamente igual que hasta ahora solo que bajo el
paraguas de Dropbox, actor que no sólo se beneficiará de eso sino que de seguro
también utilizará los conocimientos del equipo de Hackpad para seguir dotando a
sus propios productos de características de edición colaborativa en tiempo
real.
Dropbox, capítulo II y fiebre por las adquisiciones.
Los no muy conectados con el mundillo de los negocios
tecnológicos puede que no terminen de ver a qué vienen estas compras por parte
de Dropbox, básicamente debido a que en la actualidad todavía son muchos los
que les asocian exclusivamente con el tema del almacenamiento en la nube. Sin
embargo se equivocan, porque hace tiempo Dropbox arrancó lo que internamente
han bautizado como «capítulo II», una nueva etapa de la empresa con la que
persiguen ampliar su peso en el sector del puro almacenamiento online e
incursionar en varios otros colindantes.
Dicha nueva etapa ya está bastante avanzada, y aquí es
donde las compras cobran sentido ya que en gran parte lo está gracias a las que
Dropbox ha ido haciendo en los últimos años. Afinando más Dropbox dio inicio a
su fiebre compradora allá por julio de 2012 con la adquisición de Tapengage,
una pequeña empresa de marketing, a la que en diciembre del mismo año sumaron
Snapjoy, otro servicio de almacenamiento de fotos. Luego llegó 2013, periodo
durante el que adquirieron nada más y nada menos que cuatro empresas: en marzo
Orchestra, responsables del cliente de correo electrónico Mailbox, en julio
Endorse, un servicio de cupones móviles, y en noviembre primero Sold, un sitio
que facilitaba la venta de artículos a través de Internet, y después PiCloud,
una startup especializada en supercomputación. Y seguido 2014, año del que sólo
llevamos unos meses en los que aparte de los servicios vistos anteriormente ya
compraron otros dos, la plataforma de lectura social Readmill Red y la solución
de chat Zulip.
¿Pero exactamente como han hecho estas adquisiciones
avanzar a Dropbox en su nueva etapa? Pues de tres formas: una, incorporando las
tecnologías de las que las empresas compradas eran propietarias a productos
propios -con lo que los mejoran mucho-, dos, haciendo crecer sus equipos
sumando los de las compañías adquiridas, y tres, ampliando su oferta de
servicios al pasar a controlar ellos aquellos de las empresas adquiridas que
han decidido no cerrar.Por el momento el plan les está saliendo bien, muestra
de ello es por ejemplo que no paran de levantar rondas de financiación y de
aumentar el número de usuarios. Ahora bien, igual que eso es cierto también lo
es que a la empresa le quedan muchos escollos por superar (uno de los más
importantes es que continúa sin disponer de “nube propia”, se nutre de Amazon
S3 y otros) y que cada vez le va a resultar más complicado el conseguir crecer
porque se está metiendo a competir con pesos muy pesados. Ya veremos cómo
evolucionan las cosas, lo que está claro es que Dropbox ha decidido seguir
adelante con su transformación, que a todas luces en 2014 se acelerará porque
su fiebre compradora en este año se ha desatado.
Articulo de: abc.es
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